martes, 29 de mayo de 2007

El periodismo participativo como fuente

Duda sobre el futuro de...Acabo de leer el artículo Periodismo ciudadano: voces paralelas a la profesión periodística, de Koldobika Meso Ayerdi. Dispuesto a repasar mis puntualizaciones a lo largo del texto encuentro tres círculos en una página, interconectados entre sí: diarios personales, rol activo y opinión. En parte, y quizá sólo en parte, queda definido el periodismo participativo.
    "Ayudar para que la vida pública funcione bien, esa es la misión amplia del periodismo ciudadano", comenta Meso Ayerdi. Estamos reinventando el periodismo. O no tanto, pero lo que sí es seguro es que estamos redefiniendo parcelas de la profesión. Si bien antes el periodista debía contribuir a formar una opinión pública informada de cuanto acontecía en la sociedad, ahora ese rol se le ha atribuido a los ciudadanos, al público activo preocupado por lo que le rodea.
      ¿Hablamos entonces de periodismo denuncia? Lo siento, a mí me han enseñado que la denuncia sin fundamento (que diría Arguiñano) no es denuncia. Sin profundizar, sin contextualizar ni poner en antecedentes, sin cubrir las auténticas necesidades del público.

        Aquí me paro. En las necesidades del público. ¿Cuáles son? Hay preocupación por conocer a fondo los temas que se tratan, y eso no lo hacen muchos de los diarios personales (weblogs); analizar y reflexionar sobre la situación político-económica-social del entorno, algo que tampoco hacen estos diarios personales, aunque no siempre.

          Pero también está la otra cara de la moneda. Aquella que enseña que el público busca contenidos multimedia, la que demuestra que la ciudadanía respira un mayor avance que los propios medios y la que confirma, al fin y al cabo, que los problemas de la calle se conocen ahí, en la calle, y que sólo desde la implicación se consiguen resultados fiables. Ese es el mayor debe de los periodistas. Implicarse... y pensar: ¿son los blogs una nueva fuente de información?

          No hay comentarios: