domingo, 27 de mayo de 2007

Día Mundial de la Libertad de Prensa con Reporteros Sin Fronteras

Un gran acierto el de la universidad por permitirnos contar el Día Mundial de la Libertad de Prensa con Alessandro Oppes, vocal de Reporteros sin Fronteras (RSF) en el salón de actos del CEU-UCH. Un lujo. Siempre sensibiliza escuchar datos como los que ofreció este hombre. A él si tuve ocasión de escucharle en conferencia, y también en rueda de prensa.


    Más de 110 periodistas asesinados, 1.500 amenazados o agredidos, 75 ciberdisidentes encarcelados por todo el mundo, según datos del informe anual de RSF. Sólo en 2006. Impacta, desde luego. “Internet es una herramienta muy importante para dar voz a la gente que no la tiene”, recojo vía Rosa. Pero también confiesa que esta misma herramienta es empleada, muchas veces, como elemento de represión.

      Y es que según contaba el propio Oppes existen países, como la propia China, que tienen sistemas en los CiberCafes para que se encienda la luz de alarma si acceden a determinadas páginas. Los datos mandan, y en pleno siglo XXI todavía existe una lista negra a varios países por su ausencia de libertad de expresión.

        La censura en Internet aumenta, según un informe de la Open Net Initiative (ONI). Los ciberdisidentes, ciudadanos que se manifiestan contra su país a través de la red, sufren más que nunca la persecución de quienes les gobiernan. Todos denuncian la situación, y nada indica que vaya a cambiar de aquí a poco.

        1 comentario:

        Rafael del Barco Carreras dijo...

        La libertad de prensa en España...

        V. GRUPO Z

        El Periódico, Interviú, Tiempo…



        Rafael del Barco Carreras



        ¿Quién decidirá el desnudo y escándalo en portada de INTERVIÚ?, ¿o la magnitud de las letras en los titulares de EL PERIÓDICO?, ¿Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el nuevo Presidente de la Junta de Extremadura, el de alguna caja de ahorros financiera, el metalúrgico supuesto comprador, o una mesa de sabios?. Quizá sea el último enredo de Antonio Asensio desde el más allá. Desaparecido él, su imperio se desmoronaba, pero lo salva su entrega al triunfante Socialismo, que a él le importaba un rábano. Su herencia no acabará igual que Cambio 16, Telexprés y tantos más… la quiebra y los juzgados.

        La historia de Vueling, con otros colores, se repite. Aquí en lugar de Josep Piqué Camps y su contratante Manuel Lara, interviene Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ex presidente de la Junta de Extremadura y un ex chatarrero convertido en gran empresario a la sombra del Poder en Extremadura, que primero comprará unos periódicos de Prisa, y después, por nada menos 500 o 600 millones de euros (según asciendan las deudas), 100.000 millones de las antiguas pesetas, el Grupo Z. Ampliaciones de capital, créditos con dudosas garantías, y titularidades pignoradas. Nadie invertirá un duro, ¡los locos con tanto dinero no existen! ¡En plena CRISIS!, y aplaude uno de la claca, “era hora que Extremadura se situara a la cabeza en España”. ¡Pobre Extremadura, que caro le saldrá que sus políticos manejen una fábrica de mentiras y autobombo con 3.300 empleados!. Tenía… porque la gran empresa que meses atrás los compradores pujaban por su compra, ahora abre expediente de crisis para quitarse de encima su gran activo, la mayoría de sus 300 directivos. Los reales “compradores”, que supuestamente unirán a las subvenciones y favores de la Generalitat los de la Junta de Extremadura, parece no tienen bastante y anuncian “regularizaciones de empleo”.

        Me atrevería pedir desde aquí a algún viejo cabreado directivo de la casa (de los que este jueves, 5-06-08, se manifestaban temiendo por su empleo pero que no movieron un dedo y menos su bolígrafo por mis tres años de prisión preventiva) me contara los pactos y relaciones entre Javier de la Rosa y Asensio para cargar contra mí y soslayar su indiscutible relación (lo escribe el propio JUEZ ESPECIAL que también se olvidó del gran financiero) en el Caso Consorcio de la Zona Franca, ver www.lagrancorrupcion.com

        A Asensio, que descabalgó a sus dos socios iniciales, no le hará feliz. Él, ambicioso sin freno, quería ser Murdoch, y un veinte por ciento, que dicen retendrá la familia de un negocio de fantasías en manos de políticos, no le agradaría. La vida y la muerte, y sus futilidades.