Alicante es una ciudad baja. Siempre lo ha sido. Si te paras a mirar cada barrio, uno a uno, te das cuenta enseguida. Ya no es cuestión de que pueda llegar a parecerse a Benidorm. Aún queda un mundo para eso. Pero es importante tener en cuenta este dato para enfrentarse a algunas de las noticias que se están publicando en los medios locales las últimas semanas.
Opiniones hay para todos los gustos. Los hay que piensan que la capital de la Costa Blanca debe convertirse, poco a poco, en una ciudad un poco más alta. Vamos, con edificios que alberguen
más gente en poco espacio. ¿Menos especulación? Bueno, personalmente creo que no.
Las fotografías que he podido encontrar por la red dan fe de lo que digo. Otras como ésta, hecha por mí, también:
La primera de las noticias relacionadas con nuevas edificios altos procede del barrio de San Blas. El proyecto de
soterramiento de las vías tiene prevista la instalación de, probablemente,
"los dos edificios más grandes de la ciudad", según la
concejal de Urbanismo,
Sonia Castedo.
La segunda tiene que ver con la instalación del
Palacio de Congresos de Alicante en la Sangueta, en la ladera de la Serra Grossa. Una
novedad importante para la ciudad.
Pero los vecinos que actualmente viven en la zona
no se quieren mover. La solución, con menos terreno, es posible: edificios altos donde dar residencia a todo el barrio.
Ésta es la imagen que actualmente presenta la zona.
Una estampa muy distinta de la que muestra el
boceto inicial.
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