lunes, 9 de abril de 2007

Se acabó. E-comunicación

Se acabó.
  • Se acabaron los soportes.
  • Llega el final de querer aparentar seriedad y credibilidad.
  • Nunca más se tratará de satisfacer al público, en general.
  • Nadie esperará a que llegue el quiosquero a las siete de la mañana.
  • Nace la producción informativa al alcance de todos.
  • Se vuelve a aceptar la figura del lector inteligente y responsable.
  • Del usuario activo.
  • Porque la opinión de la calle, desde ahora, cuenta y mucho.
  • Se acabó escribir diferente a como hablamos y pensamos; ahora pensamos y hablamos, igual a cómo escribimos.
  • Ahora se produce conocimiento.
Ha llegado un nuevo idioma, una nueva manera de entender la comunicación: la e-comunicación. Estos son, traducidas a mi manera de entender las cosas, las conclusiones a las que llegó tras lee los diez paradigmas claves para entender el futuro de la profesión según el bloguero y profesor universitario José Luis Orihuela.
    En primer lugar reflexiona sobre el usuario y su relación con los periodistas. O mejor aún: sobre el Periodismo y su relación con sus receptores. Lo general tiende a desaparecer, mientras que lo particular y lo específico se convierten en norma. Internet da un paso más en la segmentación: pasa a ser un canal temático, en el que aprender y compartir.
      Las apariencias pasan a un segundo plano. La estética externa de los medios sufre alguna variación. Se mantiene en sus lugares de origen, pero se adapta y se integra a Internet. Pero no sólo en la fachada residen los cambios: la credibilidad y el prestigio pasan a ser el mejor arma de cualquier medio ante tantas fuentes.
        La periodicidad ya no la marcan los soportes. Atrás queda la espera a la puerta del quiosco aguardando a que llegue el periódico. Yo he visto varias veces estas escenas. Aún hoy. Habrá que esperar aún a que nuevas generaciones, más acostumbradas a leer y seleccionar, modifiquen las rutinas de uso de las informaciones. Unas noticias que se multiplican sin cesar sin saber cómo clasificarlas.
          Otro de los paradigmas a los que se refiere José Luis Orihuela es el de la nueva mediación del Periodismo digital. “Multiplica el número de voces, pero a la vez diluye su autoridad al haber fracturado el sistema de control editorial previo a la difusión pública de información”, dice el profesor. No hay más que decir. El lector debe ser una persona inteligente, capaz de distinguir, jerarquizar, valorar y desprestigiar.
            Porque hay que volver a la interactividad. Es el triunfo de la comunicación telefónica, del feed-back, del dinamismo y la globalidad. Es el éxito de la humildad y el enriquecimiento común a través de las aportaciones y comentarios del público receptor. Es el paso de la actitud pasiva a la voluntad activa del lector.
              Por fin leerá como si escuchara. Por fin será capaz de sentirse en su propio grupo de discusión cuando lea (oiga) una noticia de alguien; y a continuación muchos más comentando, apoyando y rebatiendo esa afirmación inicial. Diálogo.
                La conversación pasa a enriquecerse. Ya no hace falta acabar de contar una historia para empezar a contar otra. Hay una, o dos, o tres… en medio que le da más sentido a la primera. Es el hipertexto, es el placer del conocimiento.

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