Las nuevas tecnologías cambian las tornas

(Actualizado 25/03/07, 19:43h.)Todos los inventos no tienen las mismas consecuencias para todos. Todavía hay un alto porcentaje de personas para las que la aparición del lavaplatos o la misma lavadora no han provocado ningún cambio en su vida. De entrada me confieso: me encantan los aparatos que te facilitan la vida. Parece evidente, pero no lo es tanto.

Quien más o quien menos ha incorporado a su día a día algún elemento informático que le ha permitido agilizar alguna tarea. El beneficio generalizado es la característica que mejor define el nacimiento de estas nuevas bendiciones. Regalos que también han sido considerados como castigos en algunos países. China es uno de ellos.

No me creo que sea éste un país tan reacio a incorporar nuevas tecnologías como demuestran sus últimas decisiones respecto a los blogs. Decir en este caso que todo se resume en una misma razón (a todas luces injustificada) es, probablemente, mentira. Pero el miedo a la libre expresión se presume como la razón más fuerte para que esto ocurra.

Los teléfonos móviles fueron un buen invento. Y para mi gusto lo siguen siendo. Habrá gente que siga pensando que tantas posibilidades en un mismo aparato electrónico es, simplemente, un error. El sistema de almacenamiento USB permite llevarte lo que cabía en ordenadores de hace cinco años en el bolsillo, y ocupa poco más de un dedo gordo del pie. ¡Gran noticia!

Todo son beneficios, todo son mejoras en todos los sentidos. A veces mejoras que ni uno mismo ha sido capaz de imaginar en sueños. Pero los sueños son cada vez más terrenales. La mayor locura que se le pudiera ocurrir a un anciano hace diez años es posible que ya se haya hecho realidad. Y la mayor locura que se me puede ocurrir a mí ahora mismo es posible que ya esté en marcha y no me haya enterado. ¡Esto sí es una gran noticia!

Aún quedan muchas cosas por inventarse. Lo que hay que tener claro es que detrás de cada nuevo invento, habrá alguien que saldrá perdiendo, y tantos detractores como partidarios. Las televisiones tridimensionales en los aseos de tu propia casa todavía están por llegar. O no. Pero ¿y si a ducharse viendo la televisión en la pared se le añade la posibilidad de trabajar hablando? Una máquina escribe y archiva todo lo que dices. No sé si será mucho soñar, pero es gratis. Han cambiado las tornas: no hay ninguna razón para pensar que haya algún invento imposible.